Robert Murdoch Wright Campamento beduino cerca de El Cairo, Egipto

Una pintura de acuarela original de 1900, de Robert Murdoch Wright, campamento beduino cerca de El Cairo, Egipto.

Una impresionante acuarela orientalista de gran tamaño que representa una vista de Egipto realizada por Robert Murdoch Wright (1858-1926).

En acuarela con tinta corporal sobre cartón OW Paper and Arts Co Ltd.

Éste es uno de los cuatro temas de Egipto del artista que tenemos a la venta.

Se dispone de poca información biográfica sobre Wright, pero parece haber nacido en Kensington y haber estudiado en París y en la Academia de Amberes en la década de 1880 junto al artista Dudley Hardy, ROI RBA (1867-1922). En la década de 1910, residió en Oxford, con un estudio en Gloucester Lane. También se sabe que tuvo un estudio en Cheyne Walk, Londres, y que expuso en la Royal Academy.

Wright es conocido por sus representaciones de paisajes de Oriente Medio, trabajando en un estilo orientalista que fue popular en Europa durante el siglo XIX. En Gran Bretaña, este estilo se originó en la obra de artistas como David Roberts (1796-1864) y William James Müller (1812-1845) en la década de 1830. A mediados de siglo, John Frederick Lewis (1804-1876) fue un prolífico y popular pintor de escenas realistas de Oriente Medio, desempeñando un papel fundamental en la creación de la moda de los temas «orientales» en la Gran Bretaña imperial e influyendo en el artista francés Jean-Léon Gérôme (1824-1904). Lewis también desarrolló una técnica para aplicar color con un toque minucioso sobre una base blanca para producir un efecto brillante similar al de una joya.

La obra de Robert Murdoch Wright de finales de siglo se inspira en estos ejemplos. Al igual que la de los orientalistas anteriores, su obra presenta una visión romántica de la vida y los paisajes locales «exóticos»: sus tranquilas escenas desérticas a menudo se impregnan de la cálida y suave luz del atardecer y muestran figuras en reposo. En el reverso de una de las pinturas, Wright, consciente y elocuentemente, define el campamento beduino como «pintoresco», el filtro ineludible a través del cual los artistas occidentales del siglo XIX contemplaban Oriente.