Ivy T. Attwell (1895-1985) evidentemente llevaba el talento artístico en la sangre, pues era pariente de la célebre ilustradora infantil Mabel Lucie Attwell (1879-1964). Se dice que su esposo sirvió en la marina mercante y que viajó con él por todo el mundo.
En la década de 1930, su obra es de estilo realista británico, con temas figurativos de la vida moderna, influenciados por la estética art déco de los carteles de viajes de la época. Para la década de 1950, esto evolucionó hacia algo más fluido, con figuras que se empujan, colores saturados y puntos de vista que se toman como instantáneas. Sus distintivas composiciones llenan el plano pictórico con amplias bahías costeras o terrazas elevadas, que transmiten una sensación de panorama y actividad humana en desarrollo, de la que el espectador es a la vez parte y observador.
Las obras conocidas de Attwell incluyen vistas de Argelia, Turquía, Egipto y Líbano, Colombia, Canadá, Seychelles, Tailandia, Japón, Australia y Nueva Zelanda; Francia, Suiza, Alemania, Austria, España, Sicilia, Croacia y Grecia; y Gales, Irlanda y su Devon natal.
Ivy T. Attwell presidió la Sociedad de Arte de Devon durante veintisiete años. El National Trust conserva una de sus pinturas en Greenway, Devon, que fue la residencia de vacaciones de Agatha Christie y las diversas colecciones de su familia, con un interior de la década de 1950.