Neapolitan School, Pompeii Mosaic: Cockfighting – early C19th gouache painting

Escuela napolitana, mosaico de Pompeya: peleas de gallos, pintura al gouache de principios del siglo XIX

Escuela Napolitana Mosaico de Pompeya: Escena de pelea de gallos

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Pintura gouache original de principios del siglo XIX, escuela napolitana, mosaico de Pompeya: escena de pelea de gallos.

Una pintura de la escuela napolitana, magníficamente vívida, en gouache opaco, coleccionada por un viajero británico a principios y mediados del siglo XIX. La pintura reproduce un mosaico de Pompeya que representa una pelea de gallos, con el gallo vencido y su dueño a la derecha y el vencedor a la izquierda: el dueño ofrece una corona de laurel a la estatua de Príapo y el niño con la palma de la victoria.

Las excavaciones arqueológicas comenzaron en las antiguas ciudades de Pompeya y Herculano alrededor de 1758, desenterrando el arte romano que había permanecido sepultado desde la erupción del Vesubio en el año 79 d. C. Los nuevos descubrimientos despertaron un gran interés popular, y las pinturas de artistas locales sirvieron de recuerdo a los viajeros del Grand Tour antes de la era de la fotografía. Estas imágenes también influyeron en la obra de arquitectos neoclásicos y diseñadores de artes decorativas.

Gracias a su conservación en un álbum, los colores y la superficie de la pintura se mantienen sorprendentemente vivos y nítidos.

Sobre papel fino tejido colocado sobre papel soporte del álbum original.

Recuerdo de Nápoles: pinturas, dibujos y grabados de principios del siglo XIX

<p>Esta pintura forma parte de un magnífico conjunto de obras recopiladas por un viajero británico del Grand Tour en Nápoles a mediados del siglo XIX. La colección incluye impresionantes gouache vedute de la Escuela Napolitana que representan lugares emblemáticos de la zona, así como meticulosas representaciones de los frescos decorativos de Pompeya. También hay varias litografías coloreadas a mano de Gaetano Dura, especializado en grabados populares que describen la vida cotidiana de Nápoles. Además de obras de artistas locales, la colección incluye un pequeño número de pinturas topográficas realizadas por artistas británicos.</p><p> Nápoles y Pompeya eran a menudo la culminación meridional de un Grand Tour europeo, pues era relativamente fácil organizar el transporte de regreso a Inglaterra desde Nápoles en un barco británico. Los acontecimientos de Pompeya y la silueta humeante del Vesubio que dominaba la bahía de Nápoles eran un atractivo único para el viajero y la imaginación romántica. A diferencia de los lugares cívicos de Roma —todos testimonios del poder imperial—, los monumentos de Pompeya eran testimonios de la vida cotidiana, y el poder volcánico del Vesubio inspiraba asombro y horror. La experiencia resultante para el viajero era, por lo tanto, de una autenticidad y una emoción acentuadas. Dicha experiencia justificaba recuerdos únicos, y los viajeros victorianos coleccionaban con voracidad. Las representaciones pictóricas de los lugares clave, pintadas por artistas locales, para llevarse a casa y compartir con otros, servían como recordatorios concretos de este compromiso emocional.</p>