Fauna y flora de la isla de Madeira, 1862
<p> Esta hermosa acuarela forma parte de una colección inusual de obras que tenemos a la venta que documentan la flora y fauna únicas de la isla de Madeira en el siglo XIX.</p>
<p> Gracias al aislamiento de la isla y a su clima templado, en Madeira prosperan especies que en el resto del continente solo existen como fósiles. Madeira posee una de las vegetaciones mejor conservadas de la Macaronesia; se conocen más de 150 especies de plantas endémicas.</p>
<p> Estas vibrantes acuarelas, que datan de 1862, muestran coloridas flores, frutas, insectos y peces, incluyendo arañas lobo de Madeira (Hogna Maderiana), frutos de caoba Vinhatico y pitanga, flores de Duranta, orugas de polillas de Euphorbia y una carabela portuguesa, entre otros. Datan de una época en la que el estudio de la flora y fauna de la isla estaba en sus inicios; solo a finales del siglo XX, y ya en el siglo XX, la comunidad científica internacional centraría su atención en esta región poco explorada.</p> <p>A principios del siglo XIX, Madeira atraía tanto a los británicos que prácticamente era una colonia británica. La isla contaba con una comunidad angloparlante permanente y arraigada, dedicada principalmente al comercio del vino. La mayoría de los visitantes pertenecían a la aristocracia adinerada, y muchos pasaban el invierno en la isla por prescripción médica para tratar afecciones respiratorias. Por ello, surgió la necesidad de preparar guías para los visitantes; la primera guía turística de Madeira apareció en 1850 y se centraba en elementos de la historia, la geología, la flora, la fauna y las costumbres de la isla.</p>
<p> Es probable que nuestro artista sea uno de esos visitantes, pero uno que tenía un interés mayor que el promedio en las particularidades de las especies de la isla; las notas que acompañan a la colección muestran el deseo del artista no solo de capturar la flora y la fauna de la isla en papel, sino también de registrar con precisión su nomenclatura correcta.</p>