Estas exquisitas y raras acuarelas chinas del siglo XIX están pintadas sobre esqueletos de hojas de pipal, bellamente conservados. El pipal, también conocido como higuera sagrada o árbol Bodhi, es originario del suroeste de China, Indochina y el subcontinente indio. Sus hojas forman esqueletos perfectos, delicados y transparentes una vez secas, lo que las hace especialmente adecuadas para esta forma de arte. El esqueleto solía barnizarse antes de pintarse con vívidas escenas de género sin fondo.
Al igual que las pinturas chinas sobre médula, las pinturas sobre hojas de pipal se produjeron para el mercado de exportación en el siglo XIX. Estas pequeñas y ligeras obras de arte se crearon para comerciantes y viajeros occidentales desde aproximadamente 1825. Para 1833, el monopolio comercial de la Compañía Británica de las Indias Orientales llegó a su fin, lo que abrió el comercio con China a docenas de empresas británicas y vio florecer el número de comerciantes y el volumen del comercio. Se produjeron pinturas en ciudades portuarias para satisfacer la creciente demanda occidental de recuerdos chinos.
Las pinturas sobre hojas de pipal y médula solían representar temas locales atractivos, como costumbres, trajes y oficios, así como la flora y fauna autóctonas. El estilo pictórico combinaba un enfoque tradicional chino de pinceladas planas de color con elementos de influencia occidental en el detalle y el realismo.