Esta encantadora colección de obras es obra anónima del siglo XIX. Nuestro artista, al parecer, viajó por el continente a mediados del siglo XIX, pintando los emblemáticos lugares del Grand Tour que conoció. La colección comienza en Suiza en 1839 y continúa en Italia en 1840, donde abarca una amplia gama de lugares: desde Livorno en Liguria, el lago de Como y los Alpes en Lombardía al norte, hasta el Foro Romano y la Campaña Romana, y luego al sur, hasta Nápoles, Pompeya y la costa amalfitana.
Además de capturar lugares emblemáticos como iglesias, fuentes y puentes, existen interesantes pinturas de figuras locales y costumbres populares, como los pifferari, pastores músicos errantes que descendían de la campiña a Roma (y también a otras zonas como Nápoles), equipados con gaitas y pifferi (una especie de oboe), para ofrecer conciertos religiosos ante imágenes de la Virgen. Las pinturas de nuestro artista documentan su distintiva vestimenta, con abrigos de cuello ancho y sombreros puntiagudos. También hay pinturas de mujeres locales cargando cestas y barriles sobre sus cabezas, un método de transporte evidente desde la época medieval que se había abandonado en gran medida en Occidente a mediados del siglo XIX, pero que persistía en las zonas rurales.
Las pinturas posteriores de la colección datan de la década de 1870, cuando nuestro artista viajó por el Reino Unido, a Gales y la Isla de Wight, y al extranjero, a Bretaña, Normandía, Bélgica y la Selva Negra alemana. Las vistas de Bramley, en Surrey, fechadas en 1871, posiblemente indican que el artista vivía en esta zona en aquella época.