James Pattison Cockburn (1779–1847) fue un militar y artista topógrafo (oficial del ejército y acuarelista) que aprendió dibujo con Paul Sandby en la Real Academia Militar de Woolwich en 1793. Bajo la tutela de Sandby, aprendió las habilidades necesarias para la topografía, lo que se tradujo en un estilo de dibujo exigente, a menudo en grafito, pluma y tinta marrón o aguada sepia.
Cockburn provenía de una familia militar y siguió una trayectoria similar desde muy joven. Tras estudiar en la Real Academia Militar de Woolwich, participó en la toma de la Colonia del Cabo en 1795 y en una expedición contra Manila en 1798. Posteriormente, con el grado de capitán, prestó servicio en el asedio de Copenhague en 1807 y en el asedio de Amberes en 1809, durante los cuales elaboró mapas topográficos y dibujos de operaciones militares, posteriormente publicados como aguatintas.
Estacionado entonces en Norwich, hasta 1814, Cockburn entabló una importante relación con los paisajistas de la escuela de Norwich y expuso en la Sociedad de Artistas de Norwich. La obra de artistas de la escuela de Norwich, como John Sell Cotman y John Thirtle (supuestamente su maestro), combinaba la precisión de la pintura holandesa con la espontaneidad de la escuela italiana, lo que fue fundamental para Cockburn, aportando una mayor atmósfera a su estilo inicial, estrictamente topográfico. Cockburn perfeccionó su dominio de la composición y su técnica característica, que combinaba grafito, pluma y tinta parda, y aguada sepia para resaltar las luces y las sombras.
Tras las Guerras Napoleónicas, Cockburn pudo visitar el continente con mayor frecuencia, lo que le siguió un período de viajes y un incansable trabajo de dibujo para el grabador y editor inglés William Bernard Cooke. Publicó «Un viaje a Cádiz y Gibraltar», con treinta láminas a color, en 1815, y entre 1816 y 1818 dibujó las excavaciones de Nápoles y Pompeya, publicadas como «Delineaciones de la célebre ciudad de Pompeya», con láminas grabadas por Pinelli de Roma. Otras publicaciones ilustradas de viajes incluyen «Paisajes suizos» (1820), «La ruta del Simplón» (1822) y «El valle de Aosta» (1823).
Según el compositor alemán Louis Spohr, a quien mostró más de 200 paisajes de Nápoles y sus alrededores, Cockburn poseía una extraordinaria habilidad para captar vistas encantadoras en cuestión de minutos. Spohr también relató que, en ocasiones, Cockburn utilizaba algún tipo de proyección mecánica, como una cámara lúcida, para garantizar la nitidez y la precisión del escalado de sus imágenes.
La obra madura de Cockburn incluye un interesante conjunto de trabajos del segundo de los dos periodos que pasó en Canadá. Como comandante de la Artillería Real en Canadá desde 1826, Cockburn dibujó paisajes desde Quebec hasta las cataratas del Niágara, aportando a sus composiciones la precisión de un topógrafo y el instinto de un paisajista para lo poético y pintoresco.
Cockburn finalizó su carrera como director del laboratorio del Real Arsenal en Woolwich y se retiró con el rango de mayor general. Dejó una extensa obra que permanece relativamente poco estudiada, lo que ofrece un amplio campo para la investigación y la reevaluación.